El presidente de EEUU, Barack Obama, ha anunciado que la lucha contra la fuga de petróleo que ha dado origen a la marea negra del golfo de México está "casi" terminada después de la cimentación del pozo submarino que causó la catástrofe.

"La semana pasada nos enteramos de la noticia que esperábamos: el proceso emprendido para impedir la fuga del crudo con ayuda de un tapón de cemento parece haber surtido efecto", ha declarado Obama en Luisiana, durante una ceremonia en honor del equipo de fútbol americano de los New Orleans Saints, vencedores de la Superbowl de este año.

"La etapa final se producirá durante este mes, pero es evidente que la batalla destinada a impedir más fuga de petróleo está casi terminada", ha añadido el mandatario. Obama, no obstante, ha prevenido de la necesidad de "seguir trabajando" para limpiar las costas del golfo de México, en lo que su administración calificó de la peor catástrofe ecológica de la historia de los Estados Unidos.

"Prometí a los habitantes del golfo (de México) que contarán con mi ayuda, no solamente hasta la cimentación del pozo, sino hasta la completa reparación de los daños causados (por la marea negra). Y es un compromiso que mi Gobierno va a respetar", ha añadido.

LAS PRESIONES DEL MANDATARIO

El almirante retirado Thad Allen, encargado de supervisar las operaciones contra la catástrofe ecológica, ha afirmado que la perforación del pozo de derivación destinado a tapar definitivamente el conducto bajo el yacimiento concluirá esta semana.

Por su parte, BP ha anunciado que ya ha formalizado un depósito inicial de 3.000 millones de dólares de los 20.000 previstos en concepto de indemnización por el derrame de petróleo del golfo de México tras las negociaciones mantenidas con el Ministerio de Justicia de EEUU. La compañía británica ha creado el fondo para compensar a las víctimas del derrame de petróleo tras las intensas presiones recibidas por parte de Obama.