El presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró hoy que no habrá una "reducción precipitada" de las fuerzas norteamericanas desplegadas en Afganistán y advirtió de que los efectivos podrían permanecer en este país durante años. La semana pasada, había anunciado que las tropas estadounidenses comenzarían a regresar en julio de 2011.

Obama, que se encuentra en Oslo para recibir el Nobel de la Paz, evitó repetir la palabra "retirada" y dijo que julio de 2011 marcaría un cambio en la misión estadounidense en Afganistán, cuando "estemos en el inicio de la transferencia de la responsabilidad al pueblo afgano".

En Washington ha habido debate sobre el compromiso de Obama con la retirada en julio de 2011 después de que altos cargos de su Administración que comparecieron ante el Congreso sugirieran que esta fecha es flexible.

"No he sido ambiguo sobre esta cuestión, así que no debería haber debate. Empezando en julio de 2011, comenzaremos esa transición, esa transferencia de responsabilidad", indicó el presidente estadounidense, que precisó que el ritmo de la transferencia de la autoridad y "el declive de la reducción" de tropas dependerían de algunas condiciones.

"Es muy importante entender que no vamos a ver un descenso acusado, una reducción precipitada", aseguró Obama en rueda de prensa.

Obama, que anunció el envío de 30.000 soldados adicionales a Afganistán, también dejo claro que el Ejército estadounidense podría tener una presencia en la región indefinida. "También es importante entender que varios años después de que las fuerzas de combate estadounidenses se hayan reducido drásticamente en la región (...) el Gobierno afgano todavía va a necesitar apoyo para estas fuerzas de seguridad", afirmó.

"Vamos a seguir teniendo un interés en compartir con los afganos y los paquistaníes y otros la lucha contra los vestigios de actividad terrorista", remachó.