El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha defendido hoy la necesidad de reformar de forma exhaustiva el actual sistema de inmigración para que haya un único modelo en todo el país y ha apostado porque la nueva ley refleje los valores de EEUU "como un Estado de derecho y un país de inmigrantes".

En un discurso pronunciado en la Facultad de Diplomacia de la Universidad Americana, en Washington, ante una audiencia de unas 250 personas, Obama ha situado en el primer plano del debate la reforma migratoria, uno de sus compromisos electorales.

MODELO ROTO

El presidente ha señalado que el sistema actual "está tan roto como las fronteras de EEUU" y ha advertido de que se necesitan nuevas políticas. En este sentido, ha reclamado el apoyo de los republicanos para aprobar la nueva ley. "Di apoyo a esta reforma como senador y ahora como presidente. La pregunta es si tendremos el coraje de aprobarla en forma de ley en el Congreso", ha destacado.

El jefe de la Casa Blanca ha admitido que para ello es imprescindible el apoyo de los republicanos, pero se ha mostrado confiado en alcanzar un acuerdo. Su idea, según manifestó hace unos días en una reunión con congresistas hispanos, es que la ley se apruebe este mismo año. La reforma debería estar lista antes de las legislativas de noviembre para aprovechar así los apoyos demócratas, dado que se teme que los comicios castiguen al partido de Obama.

El plan de Obama pasa per conceder la ciudadanía estadounidense a los inmigrantes ilegales pero a cambio de que estos asuman deberes como el aprendizaje del inglés o el pago de impuestos. "Los inmigrantes ilegales se deben registrar, pagar las multas y aprender inglés para conseguir la ciudadanía", ha subrayado el presidente.

DEPORTACIÓN IMPOSIBLE

Obama ha advertido a los críticos de que "deportar a 11 millones de sin papeles es logísticamente imposible y destrozaría el tejido fundamental del país". El presidente, que se ha opuesto con firmeza a la ley aprobada por el estado de Arizona que considera delincuentes a los inmigrantes sin papeles, ha hecho autocrítica y ha afirmado EEUU ha hecho "un trabajo muy pobre persiguiendo a aquellos que se quedan ilegalmente en el país, con los visados caducados".