Jeremiah Wright fue quien hizo que Barack Obama abrazara el cristianismo hace casi 20 años; quien le casó con Michelle y bautizó a sus hijas y quien, con uno de sus sermones, le dio el título de su primer libro, La audacia de la esperanza . Pero, desde el viernes, el reverendo es persona no grata en la campaña del candidato demócrata.

Sermones "incendiarios y atroces", en palabras de Obama, han llevado al senador a distanciarse de su hasta ahora mentor espiritual y a prescindir de él en la campaña, donde tenía un papel ceremonial en el Comité de Liderazgo Religioso Afro-Americano.

Las provocadoras palabras de Wright llevaban tiempo acechando a Obama, pero esta semana se volvieron una carga insoportable cuando la cadena ABC y YouTube recuperaron varios sermones. En el de diciembre, Wright, atacó a Hillary Clinton. "¡Nunca ha sido llamada nigger (el más grave insulto a un negro en EEUU). Nunca ha sido definida como no-persona!".

En otro sermón tras el 11-S, Wright responsabilizó de los ataques a la política exterior corrupta. "Bombardeamos Hiroshima y Nagasaki (...) Apoyamos terrorismo de Estado contra los palestinos y los surafricanos negros, y ahora nos indignamos... Estamos viendo las consecuencias", dijo. Las acusaciones a EEUU como país racista eran constantes en Wright.

El viernes, Obama escribió en The Huffington Post un artículo titulado Sobre mi fe y mi Iglesia en el que condenó "enérgicamente" esos "atroces" sermones que, aseguró, él nunca escuchó en persona.

MCCAIN EN IRAK Mientras tanto, el aspirante republicano a la Casa Blanca, John McCain, inició este fin de semana en Irak un viaje de siete días que incluirá encuentros con mandos militares estadounidenses e iraquís y reuniones con los líderes de Israel, Francia y el Reino Unido. McCain busca así subrayar que tiene mayor experiencia internacional que Obama.