El mantra se repite en cada estado, aparece en cada discurso de cada candidato, se eleva hasta lo más alto de las encuestas... "Empleos, empleos, empleos". Unos los prometen, otros los reclaman, y todos, incluyendo al presidente de EEUU, Barack Obama, saben que la complicada situación económica en un país que rara vez se ha enfrentado a una tasa de paro como el 9,6% actual es la clave de las elecciones del próximo martes, en las que se renueva toda la Cámara baja y un tercio del Senado y se elige a 37 gobernadores. Para Obama, no obstante, los resultados amenazan la pérdida de la mayoría demócrata en las dos cámaras y pondrían en jaque la segunda mitad de su mandato.