Lo que para unos es una rama de olivo y un puente tendido hacia el diálogo para otros es capitulación o, peor aún, traición. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha cedido finalmente a las presiones y el obstruccionismo del Partido Republicano y el lunes anunció un acuerdo que incluye la extensión de las ventajas fiscales para los más ricos. Aunque la decisión ha enfurecido a las bases progresistas de su partido, Obama defendió ayer con uñas y dientes su estilo de hacer política, tratando a la vez de aplacar la rebelión interna en sus filas.

El pacto alcanzado con los republicanos, que el Congreso debe ratificar, está lleno de concesiones. Obama aceptó extender por un periodo de dos años las ventajas fiscales a las rentas más altas que aprobó su antecesor, George W. Bush, a cambio de que, entre otros acuerdos, se prorroguen también esas ventajas para las rentas medias y bajas y de que se prolonguen durante 13 meses las prestaciones para los parados de larga duración. Pero Obama fue incluso más allá que Bush y aceptó una reducción de impuestos sobre la propiedad más costosa que la última de su antecesor.

La tormenta política en las filas demócratas forzó ayer a Obama a comparecer públicamente. En una rueda de prensa, Obama llegó a acusar a los republicanos de "mantener secuestrado al pueblo estadounidense" y a reconocer que ha cedido "porque no estaba dispuesto a que el rehén fuera herido". "No es una pelea políticamente abstracta", dijo Obama, que defendió que, si no alcanzaba el pacto con la oposición, las clases media y baja habrían sido las afectadas. Recordó que cualquier avance será más difícil cuando entre en sesiones en enero el nuevo Congreso, con mayoría republicana en la Cámara baja y mayoría demócrata reducida en el Senado.

LA IZQUIERDA El mensaje más contundente del presidente, que aseguró que "mantiene la vista puesta en el largo plazo", fue ayer para las bases progresistas de su partido. Obama recordó que esa ala izquierdista ya le criticó por las concesiones en la reforma del sistema sanitario. "Este país se fundó en compromisos", aseguró. El presidente de EEUU criticó a los demócratas que identifican sus acuerdos como muestras de debilidad.

"La gente puede tener la satisfacción de tener una postura purista y ninguna victoria para los ciudadanos y nos podremos sentir bien sobre nosotros mismos y moralistas sobre lo puro de nuestras intenciones y lo duros que somos, pero los estadounidenses seguirían sin poder lograr su seguro o sin poder pagar sus facturas porque se quedaron sin prestaciones de desempleo", dijo Obama ante los medios.