Estados Unidos quiere una Rusia "fuerte, pacífica y próspera", ha afirmado hoy el presidente de EEUU, Barack Obama, en un discurso en Moscú en el que ha hablado sobre su idea de las relaciones entre ambas potencias en el siglo XXI.

Según ha afirmado en su alocución, en la Nueva Escuela de Economía, los desafíos de este siglo, como la seguridad contra el extremismo o el acceso a los mercados, "demandan una alianza global y esa alianza será más poderosa si Rusia ocupa el lugar que le corresponde como gran potencia".

Amenaza nuclear

Obama ha manifestado que los dos países comparten "intereses comunes" que pueden suponer la base para la cooperación.

Entre ellos ha destacado la lucha contra la proliferación nuclear y en este sentido ha apuntado la hoja de ruta suscrita este lunes entre el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y él para el logro de un tratado de reducción de armamento nuclear.

Si desaparece la amenaza del programa nuclear y de misiles balísticos iraní, ha dicho, "desaparecerá la razón para (un sistema) de defensa de misiles en Europa".

Libertades en Rusia

Obama también ha lanzado un llamamiento a la colaboración contra los extremistas violentos y en el área económica, donde ha asegurado: "Ningún país por sí solo puede ser el único motor del crecimiento global".

En una aparente alusión al recorte gradual de las libertades en Rusia en los últimos años, ha alabado el poder de los medios de comunicación independientes, que en EEUU "han denunciado corrupción a todos los niveles", o la igualdad ante la Justicia, que "ha derruido monopolios y puesto fin a abusos de poder".

Apoyo a Zelaya

Obama también ha citado el caso hondureño, donde EEUU apoya el restablecimiento del presidente democráticamente elegido, Manuel Zelaya, aunque este líder se haya opuesto a la política estadounidense.

El presidente estadounidense ha asegurado que respalda la vuelta al poder de Zelaya "no porque esté de acuerdo con él" sino porque "respetamos el principio universal de que la gente debe escoger a sus propios líderes, estemos de acuerdo con ellos o no".

Por la misma razón, todos los países deben tener derecho a fronteras seguras y a seguir su propia política exterior, ha dicho, en alusión específica a Georgia y Ucrania, dos países de la antigua Unión Soviética que quieren ingresar en la OTAN pese a la oposición rusa.