El primer asalto en el Senado sobre la ratificación del nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) se cerró con un triunfo del presidente Barack Obama. El republicano John McCain trató sin éxito el sábado de incluir una enmienda para modificar el lenguaje del preámbulo, pero al final fue rechazada por 59 votos a favor y 37 en contra, una importante victoria para los defensores del tratado. De haber sido aprobada, habría obligado a la Casa Blanca y al Kremlin a renegociar el acuerdo que firmaron Obama y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, el pasado mes de abril en Praga, pendiente de ratificación tanto en el Capitolio como en la Duma.

Uno de los términos que más se oye últimamente en los pasillos del Capitolio es la palabra "concesiones". El nuevo reparto de poderes en el Congreso tras las legislativas de noviembre pasado está obligando a la Casa Blanca y a los demócratas a aceptar exigencias de la oposición republicana que hace unos meses habrían sido impensables. Así fue al extender los beneficios fiscales a las rentas más altas y así parece que va a ocurrir para aprobar la ratificación del tratado de reducción de armas nucleares con Rusia.

CARTA "Mientras yo siga siendo presidente y el Congreso apruebe los fondos que hacen falta, EEUU continuará desarrollando y desplegando defensas eficaces contra misiles para protegernos". Con estas palabras, en una carta enviada ayer a los líderes del Senado, Obama trató de calmar los ánimos en las filas republicanas que amenazan con bloquear la ratificación del START. "Este acuerdo no establece límites al desarrollo o despliegue de nuestros programas de defensa antimisiles", añadió.

Los republicanos insisten en que el nuevo tratado START limitaría los sistemas ofensivos y defensivos de EEUU y argumentan que tal como está redactado el preámbulo negociado por Washington y Moscú permitiría al Gobierno ruso retirarse del pacto si el Pentágono continúa adelante con sus planes de desarrollar un escudo antimisiles en Europa para protegerse de potenciales ataques por parte de Irán o Corea del Norte. Dos de los principales senadores de la oposición dijeron ayer que votarán en contra.

Los senadores se reunieron ayer a puerta cerrada para seguir negociando un acuerdo bipartidista sobre un tratado que Obama considera "esencial".