"Queremos ver cómo ha evolucionado la situación tras los huracanes y tener contacto con los obispos, el clero y los misioneros", explicó a Efe el cardenal Sean O'Malley, obispo de Boston, que encabeza el grupo. "Estamos aquí para aprender lo que podamos hacer para hacernos más útiles a la iglesia de Cuba. Hemos tenido una larga historia de colaboración", agregó. La delegación está integrada también por los obispos de Orlando, Thomas Wenski, y San Antonio, Oscar Cantu, y los sacerdotes Andrew Small y Jonathan Gaspar.

O'Malley recordó que no visitaba la isla desde hace casi diez años y precisó que el miércoles regresará a su país con Wenski, mientras el resto de la delegación irá el jueves a las provincias orientales de Holguín y Santiago de Cuba. Wenski señaló que es "una visita de solidaridad, de fortalecer estos lazos de amistad que existen entre dos iglesias hermanas". Recordó que tras los ciclones, que causaron siete muertes y pérdidas por 10.000 millones de dólares, la iglesia norteamericana mandó ayuda a la de la isla, por lo que "viene bien que pasemos a ver cómo se ha utilizado".

Los obispos católicos estadounidenses enviaron 1,1 millones de dólares, enmarcados en 11 proyectos para la recuperación, principalmente, de templos dañados por los huracanes, indicó una fuente de la delegación.