Los observadores internacionales declararon ayer en Moscú que las elecciones presidenciales del domingo, que dieron el 70% de los votos al candidato del Kremlin, Dmitri Medvédev, "han puesto en duda la libertad de los electores rusos". Mientras, las autoridades aplastaron con violencia las protestas de la oposición liberal al presidente ruso, Vladímir Putin. El opositor Garry Kaspárov calificó los comicios de "farsa electoral".

Tras el sucesor del presidente Putin quedó el comunista Guennadi Ziuganov, con el 17,75% de los votos; el ultranacionalista Vladímir Jirinovski, con el 9,36%; y el liberal Andrei Bogdanov, con el 1,3%, según datos provisionales de la Junta Electoral.