El clan de Daniel López siempre hizo gala mediática de su honorabilidad. En Chile se les conocía como los Pinochet hasta que se supo que el dictador había usado aquella identidad falsa --la de Daniel López-- para guardar parte de su dinero en un banco de EEUU. El alias de Pinochet acabó diciendo más de lo que él quiso ocultar.

Los López --como decidió rebautizarlos la revista The Clinic , mostrando una foto de familia en tiempos de despreocupación-- son ahora una dinastía en problemas. El lunes, el mismo día en que Augusto, el abuelo, era procesado por su presunta responsabilidad en el asesinato de nueve opositores, su hijo mayor, Augusto Pinochet Hiriart, recibía una pena de tres años de prisión e inhabilitación por usar coches robados y portar armas ilegalmente.

El juicio tuvo un lado patético: antes de conocerse el dictamen se cortó la luz y el acusado sufrió un desmayo. Al recuperarse, Pinochet Jr. --que no irá a la cárcel, ya que la pena le fue remitida, aunque tendrá que presentarse periódicamente ante un tribunal-- debió añorar los años de impunidad.

A principios de los 90, en plena transición democrática, el hijo del dictador estuvo vinculado a una gran estafa. Entonces, su padre era aún jefe del Ejército y llegó a sacar a las tropas a la calle para intimidar al presidente Patricio Aylwin. La causa contra Pinochet Hiriart --los famosos pinocheques -- resultaba tan delicada que Eduardo Frei, el sucesor de Aylwin, la mandó archivar. Una década más tarde, un Pinochet Jr. al borde de un ataque de nervios aseguró ser víctima de una "inquisición política".

Marco Antonio es el hijo menor de la familia. El juez Sergio Muñoz, que investiga el origen de la fortuna paterna, quiere saber cuál fue su relación con Yamal Batich, un traficante de armas que es pariente de Monzer al Kassar, otro traficante.

El menor de los Pinochet reconoce que, a la luz de los escándalos, la sociedad mira con desconfianza a los López . Su sobrino, hijo de Lucía Pinochet, trabajaba en Miami. Tras el descubrimiento de las cuentas bancarias del abuelo le cancelaron la tarjeta de crédito. "Y después lo despidieron de la empresa", dijo el tío. El juez Muñoz trata de esclarecer por qué el nombre del sobrino aparece en confusas operaciones bancarias.

Cólera materna

Lucía Pinochet Hiriart, la hija, tuvo que defenderse del acoso de su familia. Había tenido un atrevimiento que dejó mudos a los generales retirados, defensores de la aplicación de corriente eléctrica sobre los detenidos. "Nada justifica esos hechos, que son aberrantes", dijo, refiriéndose al Informe sobre la Tortura. Las declaraciones encolerizaron a su madre, Lucía Hiriart, la más nostálgica de los tiempos en los que la familia era inexpugnable.