En un día más de violencia en la castigada ciudad cisjordana de Naplusa, cuatro palestinos y un oficial de élite israelí murieron ayer durante unos duros enfrentamientos en el campo de refugiados de Ein Beit-Ilma, anexo a la ciudad. Tres palestinos más, muertos por fuego del Ejército israelí, se unieron al balance de víctimas mortales de la jornada.

Lo que debería ser una incursión más en la casi rutinaria sucesión de operaciones militares que vive Naplusa desde hace dos años se convirtió, según fuentes militares, en un duro enfrentamiento que acabó con un bombardeo desde un helicóptero. Un comando de élite israelí, según fuentes del Ejército, rodeó un edificio de cuatro plantas en el que se escondía Yamon Faraj, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina en la ciudad, y su lugarteniente, Ahmed Hanani.