El Ejército de Pakistán mató ayer al menos a 12 presuntos talibanes o miembros de Al Qaeda y detuvo a otros 10, en una operación en el supuesto feudo de Osama bin Laden, a escasos kilómetros de Afganistán, para demostrar el compromiso del Gobierno de Pervez Musharraf con la lucha antiterrorista de EEUU. Las autoridades paquistanís aseguraron que los hombres del campo asaltado eran "extranjeros" que, con casi total seguridad, "han estado implicados en los recientes ataques contras las fuerzas de la coalición internacional en Afganistán".

El campo donde se atrincheraron los seguidores de Bin Laden está cerca del pueblo de Angoor Adda, en el distrito de Waziristán sur. El portavoz del contingente norteamericano en Afganistán, el coronel Rodney David, consideró que la región de Shjin es el "peor lugar" del país para las fuerzas internacionales.

DESPLIEGUE MEDIATICO

La operación de ayer, que tuvo un amplio despliegue mediático, tuvo lugar mientras el primer ministro del país, Zafarula Jamali, se encuentra de visita oficial en Estados Unidos, cuyas autoridades acusaron recientemente a Pakistán de no hacer todo lo posible para impedir las filtraciones de los presuntos talibanes o miembros de Al Qaeda hacia Afganistán, informa France Presse.

El Ejército requisó en el campo cohetes, ametralladoras y munición. Cuando al mediodía, los oficiales mostraban ante la prensa a los primeros prisioneros, los helicópteros Cobra seguían disparando contra el campo de terroristas. Desde el 11-S, se han detenido 500 supuestos miembros de Al Qaeda en el país.

El clima de inseguridad no es patrimonio de esta zona fronteriza en Afganistán. Ayer, dos soldados canadienses de la Isaf murieron al estallar una mina cuando circulaban por Kabul. Es la primera vez que la resistencia atenta contra militares de Canadá, que tiene desplegado el contingente más numeroso (1.900 soldados) de la fuerza internacional.

El último atentado contra las fuerzas de la coalición (Isaf), encargada de la seguridad de Kabul y sus alrededores, tuvo lugar el pasado 7 de junio, cuando un coche suicida se empotró contra un vehículo de las fuerzas alemanas, matando a sus cuatro ocupantes. Asimismo, otros ocho soldados afganos murieron la noche del martes al miércoles en una emboscada tendida por presuntos talibanes a un centenar de kilómetros de Kandahar, en el sur de Afganistán. Los militares fueron sorprendidos en Dar-i-Nur.