Un centenar de oficiales iraquís amenazaron ayer con organizar manifestaciones en el país e incluso con preparar atentados suicidas contra las fuerzas ocupantes, tras la decisión de EEUU de disolver el Ejército y suprimir el pago de los salarios.

"Somos militares acostumbrados al combate y ya tenemos candidatos al martirio; recuperaremos por la fuerza lo que hemos perdido por la fuerza", dijo el coronel Ahmed Abdalá. El pasado viernes, el administrador civil de Irak, el norteamericano Paul Bremer, anunció la disolución de las Fuerzas Armadas y los servicios de seguridad.

Entretanto, un soldado norteamericano resultó muerto y otro herido en una emboscada a un convoy militar cerca de Haditha, a unos 180 kilómetros al noroeste de Bagdad. Por el momento, las fuerzas ocupantes siguen preocupadas por hallar a los responsables del régimen iraquí que escaparon horas antes de la caída de Bagdad.