Los soldados de EEUU desplegados en Irak volvieron a tener un fin de semana negro, con la muerte de seis de ellos, cuatro en sólo unas horas. Además, entre cinco y seis miembros de una familia iraquí murieron cuando fueron atacados por soldados de EEUU en una aldea mientras celebraban una boda, un incidente que no fue confirmado por el mando militar estadounidense.

Tres soldados perdieron la vida el sábado en una zona del sureste de la capital, alcanzados por la deflagración de un artefacto casero, según fuentes del mando militar de EEUU. Otra bomba artesanal causó la muerte, horas más tarde, a un soldado de la Guardia Nacional llegado recientemente Irak. El sábado, otros dos soldados de Primera División de Infantería murieron en un incidente similar.