El temor a la propagación de la violencia parisina por Europa llamó ayer a las puertas de Grecia, donde esta semana ya se habían registrado incidentes pero nada parecido a lo que sucedió en la noche del sábado al domingo en Atenas. Varios desconocidos prendieron fuego a dos concesionarios de coches. Las llamas convirtieron en chatarra humeante 20 coches y obligaron a seis dotaciones de bomberos a emplearse a fondo para apagar el fuego.

La policía vincula este acto con la violencia que se vive en París. En los concesionarios estaban expuestos coches de las marcas Citroën (francesa) y Mercedes Benz (alemana). El incidente tuvo lugar horas después de que un centenar de anarquistas se manifestaran en solidaridad con los suburbios franceses.

BELGICA, A PEOR Por su parte, Bélgica vivió el sábado la peor noche desde que Bruselas y Lieja se contagiaron de la rebeldía parisina. En la madrugada de ayer fueron quemados 29 coches y detenidas 50 personas. El Ministerio de Interior belga informó de que los 50 detenidos estaban en posesión de objetos peligrosos, llevaban pasamontañas o desobedecieron a la policía. Aparte de los coches incendiados, una guardería de Colfontaine también fue pasto de las llamas.