El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha prometido al presidente palestino, Mahmud Abás, en la reunión que ambos celebraron hoy en Jerusalén, que Israel liberará a 250 presos palestinos y levantará varios puestos de control militar en Cisjordania.

Un número indeterminado de barreras militares serán desmanteladas en los distritos cisjordanos de Ramala, Jenín, Tulkarem y Belén, mientras que los presos, en su mayoría miembros de Al-Fatah, serán excarcelados a partir del próximo viernes, después de que una comisión ministerial encabezada por Olmert apruebe esta medida en una reunión prevista para mañana, martes.

Estos son algunos de los resultados de la reunión entre Olmert y Abás, de dos horas de duración, y celebrada en la residencia del primer ministro israelí.

La cita concluyó con el compromiso de las partes de impulsar la creación de un Estado palestino independiente junto a Israel.

No obstante, fuentes de la Oficina de Olmert han indicado que ambos mandatarios no analizaron las cuestiones relativas al estatuto final de las negociaciones, como Jerusalén, las fronteras que delimitarán ambos estados, o la cuestión de los refugiados palestinos.

Según indicó a Efe Miri Eisin, portavoz del primer ministro israelí, la entrevista se dividió en dos partes, en las que se analizaron las principales cuestiones que afectan a las relaciones palestino-israelíes como la seguridad, la población civil, la situación humanitaria, la económica y la liberación de prisioneros.

"En la primera hora de la reunión ambos estuvieron acompañados por sus respectivos equipos negociadores y repasaron, entre otros asuntos, los listados y mecanismos de liberación de los presos palestinos o de los activistas que Israel dejará de perseguir", añadió Eisin.

Israel ha presentado su decisión de liberar a 250 presos palestinos, así como la elaboración de un listado de unos 180 hombres de Al-Fatah buscados y que el Ejército israelí dejará de perseguir, como "gestos de buena voluntad" para reforzar al presidente Abás y encarrilar el proceso de paz.

Tras la conferencia con sus delegaciones, Olmert y Abás se reunieron durante otra hora a solas para "hablar sobre su visión común del establecimiento de un estado palestino independiente junto a Israel", como menciona la "Hoja de Ruta".

Olmert presumiblemente expresó al líder palestino "su posición conocida abiertamente, de que Hamás no debe ser un interlocutor" y que debe evitar negociar con el grupo islámico en el futuro.

Por su parte, el jefe de Negociaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, manifestó, en una conferencia de prensa en Ramala, que Olmert ha autorizado que cinco líderes del Comité Central de esa organización puedan regresar a Cisjordania.

No obstante, la decisión deberá ser revisada en el plazo de tres semanas porque la parte palestina exige que se autorice a estos responsables -entre los que se cuenta Nayef Hawatme, destacado líder guerrillero exiliado en Siria- permanecer en Ramala.

Israel también ha autorizado la liberación del diputado de Hamás y ex ministro de Educación en el Gobierno de unidad nacional, Naser Din a-Shaer, que fue arrestado en mayo y preso en el campamento militar de Ofer, próximo a Ramala.

Por otra parte, y pese a que las Fuerzas Armadas israelíes no han practicado arrestos en Cisjordania en los últimos tres días, Olmert rechazó comprometerse a que sus fuerzas cesarán por completo las incursiones en Cisjordania hasta que los organismos de seguridad palestinos no se hagan con el completo control de la situación.

Israel ha exigido a la parte palestina que redoble sus esfuerzos en su lucha contra los milicianos de Hamás y la Yihad Islámica, agregó el negociador palestino.

Palestinos e israelíes también trataron la situación en la terminal fronteriza de Rafah, al sur de Gaza y limítrofe con Egipto, cuya actividad quedó totalmente paralizada desde que el grupo Hamás se hiciera con el control de la franja palestina el mes pasado.

Ambas partes coincidieron en que, de momento, no se puede reabrir dicho paso porque las fuerzas de Hamás controlan la zona palestina de la terminal y no se puede garantizar la seguridad en ese área.

El portavoz de Hamás en Gaza Sami Abu Zuhri dijo que era una "vergüenza" que Abás se entrevistara con Olmert y rechazara reanudar el diálogo con su movimiento.

Erekat explicó que el actual Gobierno interino palestino no puede controlar la situación en Gaza de forma militar y que sólo queda esperar que la población de la franja rechace a Hamás y "trabajar duro en Cisjordania para sentar un buen ejemplo a los palestinos de que somos exitosos cuando trabajamos juntos".