Las autoridades holandesas investigan las causas del incendio desatado durante la pasada madrugada en el centro de detención del aeropuerto de Amsterdam (Schiphol), por el que fallecieron 11 personas y otras 15 resultaron heridas.

Las víctimas mortales eran inmigrantes irregulares o traficantes de droga que permanecían en prisión a la espera de ser repatriados a sus países de origen. Por el momento, las autoridades holandesas no han facilitado información sobre la nacionalidad de los fallecidos, ya que prevén que la identificación de los cadáveres sea un proceso largo.

CELDAS ABIERTAS UNA A UNA Algunos supervivientes denunciaron la lentitud de las tareas de rescate y afirmaron que los agentes de seguridad del centro no se tomaron en serio las primeras quejas de los presos que percibieron el humo. El Ministerio de Justicia dijo que se actuó con rapidez, si bien reconoció que las celdas tuvieron que ser abiertas manualmente una por una, ya que el complejo carece de un sistema de apertura automática.

El centro fue construido con material prefabricado en el 2002 para recluir a los traficantes de droga que llegan a Schiphol.