La humillación religiosa a los prisioneros musulmanes detenidos en cárceles estadounidenses es una práctica extendida, según aseguró la prestigiosa organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en un comunicado hecho público ayer. Según este organismo, es un hecho probado que este tipo de prácticas se llevan a cabo no sólo en la cárcel de Guantánamo, sino también en las prisiones que están bajo custodia de EEUU en países como Irak y Afganistán.

HRW apoya su denuncia en testimonios de varios exdetenidos, entre ellos tres de nacionalidad británica y un ruso. Estos testigos aseguran haber visto a los militares encargados de interrogarles profanar el Corán, el libro sagrado del islam, como estrategia para conseguir la confesión de los prisioneros.

"Si Estados Unidos desea reparar los daños causados a su imagen por los maltratos infligidos a los prisioneros debería investigar a aquellos que ordenan o excusan este tipo de prácticas, y no atacar a los que han intentado darlas a conocer", asegura el comunicado, firmado por Reed Brody, consejero de HRW.

El comunicado sucede a las violentas protestas que se han registrado en países como Afganistán y Pakistán a raíz del artículo que publicó Newsweek sobre presuntas profanaciones del Corán en Guantánamo.

MAS VIOLENCIA EN IRAK En Irak, la violencia acabó ayer con la vida de un clérigo próximo al gran ayatolá Alí Sistani, el líder religioso de los shiís iraquís. Es el segundo asesor de Sistani muerto en atentado en lo que va de semana. Otro clérigo, un diputado suní, sobrevivió a un atentado cerca de Mosul. En el ataque, sin embargo, murieron ocho personas. En Bagdad también fueron asesinados un alto funcionario del Ministerio de Petróleo, un profesor universitario y un soldado iraquí. Además, la explosión de una mina camuflada acabó con la vida de un militar estadounidense.