Las advertencias que habían recibido en los últimos días las organizaciones humanitarias desplazadas a Aceh adquirieron ayer un cariz más que inquietante con el anuncio del Gobierno danés de que ha recibido informaciones sobre un inminente ataque contra extranjeros en la región indonesia. "Hemos sido informados por nuestras fuentes, cuya identidad no puedo revelar, de que se está preparando un ataque en Aceh. Hemos evaluado la amenaza y la hemos tomado muy en serio, por eso alertamos a todos los que están en la región", advirtió en Copenhague el jefe de seguridad del Ministerio de Exteriores danés, Niels Erik Andersen.

Andersen aseguró que su Gobierno no es el único que posee esta información, y que otros países con voluntarios en Aceh también han sido alertados. Interrogado sobre los alcances de la alerta danesa, el portavoz de la ONU en el lugar de la catástrofe, Bill Bergman, señaló que no tiene información fiable al respecto. "De vez en cuando nos llegan rumores, rumores sin fundamento", manifestó. Por si acaso, el secretario general de la organización, Kofi Annan, pidió a los trabajadores humanitarios que "tomen precauciones".

MENSAJE GUERRILLERO La primera voz de alarma sobre los peligros que corren los voluntarios extranjeros la dio el martes pasado el Gobierno indonesio, que impuso restricciones a las ONG por la supuesta amenaza que representa el separatista Movimiento para la Liberación de Aceh (GAM). Ayer, Yakarta no dejó pasar la oportunidad de reafirmar sus sospechas. El Gobierno indicó que es probable que el GAM esté detrás de la amenaza hecha pública por Dinamarca y reiteró su decisión de garantizar la seguridad de los voluntarios.

Los rebeldes del GAM han dicho en más de una ocasión que los extranjeros no tienen nada que temer. El domingo, un portavoz separatista volvió a lanzar un mensaje de tranquilidad. "Estamos muy agradecidos con los estadounidenses y con el resto del mundo. En cuanto vieron el desastre, vinieron a ayudarnos". El portavoz dijo que la cúpula de la guerrilla ha dado orden de no hacer daño a los extranjeros.

Una cosa son los voluntarios, y otra, a ojos de algunos indonesios, los soldados de ejércitos extranjeros que han viajado a Aceh en misión humanitaria. El país con mayor población musulmana del mundo no ve del todo con buenos ojos la presencia de tropas occidentales, en especial de EEUU. Lo ha advertido la prensa, lo ha cuchicheado la gente y lo ha refrendado el Gobierno con su decisión de poner fecha de salida a los militares. Españoles incluidos. Coincidencia o no, ayer Washington anunció la retirada de dos barcos de abastecimiento estacionados en Sri Lanka.

Por otro lado, los tres primeros ministros de Suecia (Göran Persson), Noruega (Kjell Magne Bondevik) y Finlandia (Matti Vanhanen) visitaron ayer el templo budista tailandés de Yanyao, convertido en una morgue gigante. Allí están los restos de 900 extranjeros, a la espera de ser identificados por los forenses. Suecia es el país extranjero con más desaparecidos (1.838) y con 52 muertos confirmados.