El 16 de octubre del 2003, al aprobar la resolución 1511, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mostró su convicción de que "el día en que los iraquís se gobiernen a sí mismos" debía llegar "rápidamente". Ayer, casi ocho meses después, con la aprobación unánime de la resolución 1546, ese mismo órgano devolvió a Irak su "plena soberanía".

"El 30 de junio del 2004 se pondrá fin a la ocupación, la Autoridad Provisional de la Coalición dejará de existir e Irak reafirmará su plena soberanía", reza el segundo punto de la resolución. La aprobación por 15 votos a favor y ninguno en contra supone una victoria del presidente de EEUU, George Bush. Ha costado, pero el jefe de la Casa Blanca puede por fin exhibir el apoyo de la comunidad internacional tras una gestión de la guerra y la posguerra desaprobada por la mayoría de sus conciudadanos, con los que tiene una cita en las urnas el 2 de noviembre.

TRIUNFO RELATIVO DE FRANCIA El texto fue consensuado tras meses de diplomacia. Gracias a la presión de Francia --uno de los cinco países con derecho a veto entre los 15 miembros del Consejo--, el documento recoge un punto clave: se estipula que el Gobierno del país y la fuerza multinacional se rijan por una "asociación plena", y que estén obligados a "acordar toda la gama de cuestiones fundamentales de seguridad y de política, incluida la política sobre operaciones ofensivas sensibles".

La redacción no incluye textualmente la posibilidad de que los iraquís veten determinadas operaciones --el punto que persiguió París hasta el último momento, apoyado por países como Alemania y Algeria--, pero sí obliga a una coordinación y consulta que, de no cumplirse, puede hacer que la ONU exija responsabilidades a Washington.

La inclusión de esa disposición fue el punto clave para lograr el consenso en la ONU. El domingo por la noche, en una reunión de urgencia del Consejo, se presentaron dos cartas del primer ministro iraquí, Iyad Alaui, y del secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, donde se regulaba esa coordinación. El lunes, en el cuarto borrador de resolución, Washington y Londres incluyeron las cartas como anexos, pese a que París había presentado el domingo una enmienda para que hubiera constancia explícita en la resolución.

En la reunión del lunes, Washington realizó el último cambio para acomodarse a la demanda francesa. Y ayer dominó la determinación de enviar un mensaje al pueblo iraquí. La ONU, con una única voz, votó para devolverles lo que les pertenece: su plena soberanía.