Los regímenes que dirigen los destinos de los países árabes son como un agujero negro: "nada se mueve y nada se escapa". Esta analogía aparece en un informe de la ONU publicado ayer y en el que sus autores, todos ellos árabes, presentan un panorama sombrío de la realidad política y social de estos países, la mayoría de ellos sometidos a monarquías absolutistas, dictaduras militares y presidentes civiles que siguen en el poder.

El informe, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consta de cerca de 250 páginas, dice que la mayoría de gobiernos de los 22 países árabes no "han satisfecho las aspiraciones de los pueblos en lo que respecta al desarrollo, la seguridad y la libertad". Afirman que, en casi todos los casos, sus constituciones son "letra muerta", y advierten de la necesidad de llevar a cabo reformas democráticas urgentes ya que, si no, se corre el peligro de que se produzcan revueltas sociales "caóticas".

El informe también critica la política de Estados Unidos en la zona, por su apoyo incondicional a Israel y por su aventura belicista contra el pueblo de Irak.