El relator de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Jean Ziegler, denunció ayer el uso del hambre y la falta de agua como "arma" en Irak, que representa una violación de los derechos humanos y del derecho internacional. Desde hace dos años, EEUU y Gran Bretaña, así como los insurgentes, interrumpen el aprovisionamiento de víveres y agua durante las ofensivas contra las ciudades. Los rebeldes usan habitualmente a la población como escudos humanos, mientras que las tropas de la coalición cercan las ciudades y luego exigen a sus habitantes que se marchen antes del ataque cortando los suministros a los civiles.