El jefe de la comisión de inspectores de la ONU para el desarme de Irak, Hans Blix, confirmó ayer en París que las primeras inspecciones tendrán lugar el próximo día 27 y advirtió al régimen de Bagdad de que no juegue con fuego. "Cualquier rechazo de acceso a una instalación, retraso en el acceso o intento de engaño sería muy grave", dijo Blix.

El inspector ultimó con el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, los detalles de la misión de la Comisión de Control y Verificación (Cocovinu), en la que participan 60 franceses.

El presidente estadounidense, George Bush, también recordó ayer que Sadam Husein ha incumplido sus anteriores promesas de permitir el libre acceso de los inspectores de la ONU a las instalaciones militares iraquís y advirtió de que en caso de un nuevo incumplimiento, "las consecuencias serán muy graves".

A su vez, el presidente iraquí explicó en un mensaje dirigido a la Asamblea Nacional y difundido ayer que fue el deseo de alejar a su pueblo "del fantasma de la guerra" lo que le llevó a aceptar la nueva resolución de la ONU.