Hubo condena en el Consejo de Seguridad de la ONU por la operación militar de Israel en aguas internacionales contra la flotilla de ayuda humanitaria que se dirigía a Gaza, pero la declaración formal, conocida en el lenguaje diplomático como declaración presidencial (que requiere la unanimidad de los 15 miembros del Consejo), quedó lejos de satisfacer a nadie y ha dejado la puerta abierta a un debate sobre quién debe acometer la investigación.

Tras tensas negociaciones de 11 horas, en la madrugada de ayer en Nueva York se emitió un texto en el que no se condena expresamente a Israel --como demandaban palestinos, turcos y otros países árabes en el Consejo--, sino "los actos que resultaron en la pérdida de al menos 10 civiles y muchos heridos".

La declaración solicita también la liberación inmediata de los barcos y los civiles, hace hincapié en que "la situación de Gaza no es sostenible", muestra preocupación porque el incidente haya ocurrido "cuando estaban en marcha las conversaciones de proximidad" e insta a las partes a evitar "cualquier acción unilateral y de provocación".

El principal escollo que ha dejado abierto el texto acordado, no obstante, se refiere a la llamada a una investigación "inmediata, imparcial, creíble y transparente de acuerdo a los estándares internacionales". Varios países interpretaban que esa redacción excluía la opción de que fuera Israel quien acometiera la propia investigación, pero EEUU se negó a esa interpretación.

LA OTAN También la OTAN exigió ayer la "liberación inmediata" de los civiles y los barcos capturados por Israel. La Alianza celebró ayer una reunión extraordinaria del Consejo Atlántico a petición de Turquía para analizar el ataque israelí al convoy humanitario. Turquía y Noruega fueron quienes criticaron con mayor dureza la actuación israelí, mientras que otros aliados, encabezados por EEUU, se mostraron comprensivos con Israel, trasladando la responsabilidad del incidente a la propia flotilla. Tras la reunión, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, condenó los "actos que han conducido a esa tragedia" y se sumó a la petición de la ONU y de la UE de una "pronta e imparcial investigación".

También ayer se conoció un documento del Vaticano para el sínodo sobre Oriente Próximo que califica la ocupación israelí de "injusticia política impuesta a los palestinos".