El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer el levantamiento de las sanciones que impuso a Libia hace 11 años, como castigo por el atentado contra un avión de la compañía estadounidense Pan Am, que en 1988 costó la vida a 270 personas mientras sobrevolaban Lockerbie (Escocia). De los 15 miembros del organismo, 13 respaldaron esta decisión, mientras Francia y EEUU se abstuvieron. "Continuamos teniendo graves preocupaciones sobre otros aspectos del comportamiento libio", explicó James Cunningham, embajador adjunto de EEUU en la ONU.

El efecto inmediato de esta aprobación será facilitar que las familias de las víctimas empiecen a cobrar los 2.400 millones de euros (unos 400.000 millones de pesetas) que Libia ha aceptado pagar como compensación. En agosto, el presidente libio, Muamar Gadafi, no sólo se avino a este pago sino que también aceptó la responsabilidad por el atentado y renunció al terrorismo, condiciones exigidas para el levantamiento del embargo.

LAS PROHIBICIONES

Las sanciones prohibían el tráfico aéreo con Libia y la venta de aviones, repuestos, armas y equipo militar y de extracción de petróleo. También congelaron los bienes de este país en el extranjero. Sin embargo, las sanciones fueron suspendidas hace cuatro años, cuando Trípoli entregó a los dos presuntos terroristas.