Las organizaciones humanitarias internacionales, la ONU y la Cruz Roja se preparaban ayer para hacer frente a una catástrofe que coincidieron en señalar que no tiene precedentes y que va a suponer, en el caso de la ONU, la mayor operación de ayuda humanitaria de su historia. Mientras el recuento de víctimas de la tragedia crece hora a hora, el tifus, la diarrea y la hepatitis amenazan a las decenas de miles de supervivientes del terremoto.

"Creo que esto no tiene precedentes. Nunca hemos hecho frente a algo así", subrayó la coordinadora adjunta de la ONU para las operaciones de emergencia, Yvette Stevens. "Estamos ante el peor desastre natural en la historia reciente porque afecta a una áreas costeras densamente pobladas y a comunidades muy vulnerables", añadió.

Otro portavoz, Jan Egeland, recordó que justo hace un año, con motivo del terremoto en Bam (Irán, donde murieron 26.000 personas), la ONU puso en marcha la mayor operación humanitaria de su historia. "Creo que vamos a hacer más en Asia, y debemos hacer más, porque se trata de una catástrofe mayor", dijo Egeland, que apeló a la solidaridad de la comunidad internacional: "Un desastre sin precedentes requiere de una generosidad sin precedentes".

En el mismo sentido se manifestó la portavoz de Cruz Roja, Marie Fran§oise Borel, que dijo que la operación puede ser la mayor que haya realizado nunca la organización.

SOCORRO EXTREMEÑO La Junta de Extremadura canalizará ayudas económicas para los damnificados por el terremoto y maremotos a través de Cruz Roja Española. El director general de Migraciones, Cooperación y Prestaciones, Miguel Casado, se lo transmitió así al coordinador regional de Cruz Roja en Extremadura, Carlos Macías Martínez, durante la reunión que ambos mantuvieron ayer en Mérida. Extremadura se convierte de este modo en la primera comunidad autónoma que responde al llamamiento de emergencia que ayer por la tarde hizo Cruz Roja. Aún resta por determinar la cuantía de la ayuda extremeña y el destino final.