Los miembros del Consejo de Seguridad negociaban ayer los ajustes necesarios en el borrador para lograr aprobar, hoy o mañana, la resolución sobre el Líbano, pero el principal escollo seguía siendo la petición de la retirada de las tropas israelís que Beirut exige.

La delegación de la Liga Arabe presentó ayer ante el Consejo sus objeciones al borrador preparado por EEUU y Francia, rechazado por el Gobierno libanés porque no incluía una demanda de retirada inmediata del Ejército israelí. París reconoció ayer, por boca de su ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, que la resolución "deberá tener en cuenta" la propuesta libanesa de desplegar 15.000 soldados en el sur del Líbano.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, partió ayer de vacaciones con una nota de optimismo. "Era necesario ponerse de acuerdo para conseguir un texto de resolución y espero que pueda votarse mañana", afirmó en una entrevista a Sky News. Pero el propio Blair aseguró que la resolución no incluirá solamente un cese de las hostilidades.

Sin embargo, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, advirtió de que Moscú --que tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad-- no apoyará una resolución que no cuente con el acuerdo de Beirut.