EL EQUIPO HUMANO

En la operación de rescate final de los mineros, que se estima dure un día y medio y que será de alto riesgo, participará un equipo de 16 socorristas, aunque solo seis de ellos intervendrán en el momento decisivo. Dos descenderán hasta abajo de la mina para colocar a cada minero un arnés especial que controlará la frecuencia cardiaca, la respiración, la ventilación y el consumo de oxígeno y temperatura.

TRAJES A MEDIDA

Seis horas antes de que se dé luz verde a la operación de salida, los mineros deberán de evitar ingerir cualquier alimento sólido. Tampoco podrán consumir calmantes con el fin de que estén conscientes y conserven los reflejos y la lucidez. Se colocarán unos trajes especiales hechos a medida y unas gafas de sol para protegerse de la luz solar y evitar posibles daños en sus ojos tras haber permanecido más de dos meses en la penumbra.

LA CAPSULA

Una vez listos, los mineros irán subiendo a la superficie en un viaje que se estima dure unos veinte minutos en el interior de la cápsula Fénix, que se desplazará como un ascensor por el conducto de 66 centímetros de diámetro abierto por la tuneladora T-130. Aún no se ha fijado el orden de salida de los 33 mineros, aunque primero serán los más hábiles, después los más débiles y después los más fuertes. El último será el jefe de turno, Luís Urzúa.