Nadie negó el acierto de la decisión del Gobierno de admitir a los refugiados de la embarcación Aquarius, pero la oposición puso aristas a su propio aplauso y exigió que España lidere una reclamación internacional para que la UE tenga una política migratoria común exenta de provisionalidad.

El PP admitió ayer que «por humanidad» apoya la medida adoptada por Pedro Sánchez pero le advirtió, de inmediato, que no emplee esta crisis «con objetivos propagandísticos». Los populares exigieron a Sánchez que, más allá del gesto que supone acoger al Aquarius, haga política y reivindique en el próximo Consejo de Europa la necesidad de pactar una política migratoria común, algo que el Gobierno ya se comprometió a hacer cuando dio a conocer su decisión respecto al Aquarius.

En la misma línea, Ciudadanos pidió también evitar «la improvisación». El partido de Albert Rivera no cuestiona el salvamento cuando los refugiados corren riesgo de perecer en el mar y considera que la decisión de Sánchez es correcta, pero señala que se trata de una «excepción humanitaria» que no puede «normalizarse». Rivera reclamó más política y liderar la toma de decisiones en la UE. «Es evidente que las soluciones a los fenómenos migratorios se hacen con política y la política hay que hacerla en Bruselas».

Unidos Podemos sacó pecho de la decisión de Sánchez. Los morados consideraron que Sánchez decidió acoger a los refugiados del Aquarius gracias a la «presión» ejercida desde las alcaldías del cambio. Su líder, Pablo Iglesias, dijo estar «orgulloso del Gobierno, de las instituciones valencianas, del Ayuntamiento de Valencia y de todos los ayuntamientos que han puesto sus instalaciones» a disposición de los refugiados. La portavoz adjunta de Unidos Podemos, Ione Belarra, insistió en que el ofrecimiento de Barcelona y Valencia pesó sobre la decisión.

Desde los comuns también pusieron el acento en el papel que han jugado las ciudades en la acogida a refugiados, hasta ahora, señalaron, sin apoyo del Estado. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ofreció al consistorio de Valencia acoger un centenar de personas al bordo del Aquarius.

El PSOE cree que la decisión de Sánchez demuestra que el nuevo Gobierno está «a la altura» de la sociedad española y se compromete, más allá del caso del Aquarius, a defender una política migratoria común en la UE. La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, aseguró que hubiera sido un «error» dejar a 629 personas abandonadas a su suerte «en la tumba en la que se ha convertido el Mediterráneo».

El PSOE considera que Sánchez ha dado una «lección a toda Europa». En esta línea, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, opinó que el jefe del Ejecutivo «manda un mensaje muy fuerte» a la UE.