La oposición arrojó un jarro de agua fría sobre la legitimidad de las primeras elecciones presidenciales en Afganistán celebradas ayer. Pocas horas antes del cierre de los colegios, los 15 candidatos que disputan la presidencia al actual jefe del Estado, Hamid Karzai, anunciaron su retirada de la contienda electoral debido a las irregularidades en el sistema para impedir que los ciudadanos voten más de una vez. Las autoridades electorales se negaron a anular las votaciones y anunciaron que investigarían las denuncias de la oposición.

TINTA INDELEBLE Las quejas de la oposición tienen su origen en la tinta indeleble utilizada para marcar el dedo de los electores, lo que les impedía votar repetidas veces. En muchos centros de voto se utilizó un rotulador equivocado, de manera que la señal podía ser borrada fácilmente con agua. "Queremos que estas elecciones sean convocadas de nuevo, de forma justa y transparente", declaró Abdul Satar Serat, uno de los candidatos a la presidencia.

La Comisión Conjunta para el Gobierno de las Elecciones, compuesto por representantes afganos y de la ONU, rechazó suspender los comicios. Karzai se declaró opuesto a repetir los comicios y subrayó que el veredicto de los electores, que habían votado "bajo la lluvia, la nieve y el polvo", debía respetarse.

La jornada transcurrió en una relativa normalidad. La ola de atentados de activistas del depuesto régimen talibán no se materializó, y los incidentes fueron escasos. Las urnas cerraron a las 18.00 horas, hora local, (dos horas y media menos en España). Los resultados tardarán entre dos y tres semanas.