La oposición demócrata recibió ayer el informe del Grupo de Estudio de Irak como un respaldo a sus exigencias de cambio de estrategia en la nación árabe, y lo esgrimió como un ariete para forzar al presidente George Bush a cooperar con el Congreso en la búsqueda de una salida de Irak.

"Si el presidente es serio en cuanto a la necesidad de cambio en Irak, encontrará a los demócratas dispuestos a trabajar en busca de una forma para poner fin a la guerra lo antes posible", afirmó la representante por California, Nancy Pelosi, próxima presidenta de la Cámara de Representantes. Bush debe "adoptar" las recomendaciones del Grupo de Estudio de Irak, defendió el senador John Kerry.

ESTRATEGIA ERRATICA "Los estadounidenses deberían levantarse contra el mantenimiento de la actual estrategia en Irak, porque no está funcionando", comentó el senador por Michigan, Carl Levin, que calificó las recomendaciones del Grupo de Estudio de Irak como "otro golpe a la política de mantener el curso en la nación árabe que esta Administración ha seguido".

Desde las filas republicanas, el senador Chuck Hagel recibió el informe positivamente y dijo que es "el reconocimiento de que no habrá una solución militar en Irak".