PSOE, Izquierda Unida y ERC pidieron ayer la comparecencia del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, en el Congreso de los Diputados para que explique las gestiones realizadas por el Gobierno ante el régimen de Sadam Husein en relación con contratos petrolíferos.

Las tres formaciones anunciaron su iniciativa ayer, después de que EL PERIODICO EXTREMADURA informara de que funcionarios del Gobierno abogaron por un contrato multimillonario para Repsol hasta noviembre pasado, cuando Aznar ya alentaba los planes bélicos de EEUU, según fuentes de Expansión Exterior, empresa estatal dependiente del Ministerio de Economía.

"DOBLE MORAL"

El socialista Manuel Marín dijo que el Ejecutivo debe aclarar por qué ha estado "facilitando la aproximación comercial con el régimen iraquí aparentemente tan detestable durante los últimos cuatro años". "A partir de ahí se podrá descubrir si estamos ante un fantástico ejercicio de doble moral", sentenció.

Felipe Alcaraz, de IU, calificó de "cínico" al Gobierno, y Joan Puigcercós, de ERC, criticó que "quiera por un lado bombardear Irak y, por otro, hacer negocios".

El ministro Rato situó ayer la operación de Repsol en un contexto de "normalidad" y de "legalidad", dentro del programa Petróleo por alimentos de la ONU. Insistió en que "todos los contratos energéticos que se negocian con Irak están condicionados al levantamiento del embargo", y apostilló: "Eso es así desde 1991 y no veo la diferencia de condiciones en la actualidad".

Sin referirse al caso de Repsol, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, afirmó ayer que no ve "ninguna contradicción" entre el apoyo que el Gobierno pueda dar a empresas españolas para que logren acuerdos con las autoridades iraquís y, al mismo tiempo, presionar a Husein para que se desarme. La ministra enmarcó las actuaciones oficiales en el programa Petróleo por alimentos de la ONU.

Un informe del Departamento de Energía del Gobierno de EEUU de octubre del 2002, basado en fuentes expertas, describe el escenario de reparto de los campos petrolíferos de Irak para la etapa "post-sanciones", en el que "la italiana Eni y la española Repsol aparecen con fuertes posibilidades para desarrollar (el yacimiento) Nassiriya". Según el informe, "en semanas y meses recientes, Irak ha firmado una batería de acuerdos con compañías de Italia (Eni), España (Repsol), Rusia (Tatneft), Francia (TotalFina Elf) y otros". Repsol, aunque es privada, está sujeta al control político del Gobierno a través de una acción de oro .