El día después de que "el poder del pueblo", como lo llama la prensa libanesa, forzara la caída del Gobierno libanés prosirio, centenares de manifestantes regresaron a las calles de Beirut para exigir la retirada de las tropas sirias del país. La oposición, satisfecha por la inesperada dimisión en pleno del Ejecutivo de Omar Karamé, exigió ayer un Gobierno "provisional y neutral" que prepare las elecciones legislativas de la primavera y, al menos, una retirada parcial de las tropas sirias antes de la cita con las urnas.

"Queremos un Gobierno interino que destape la verdad sobre el asesinato de Rafic Hariri, prepare las elecciones y que las tropas sirias se retiren antes de las elecciones", declaró el diputado opositor Hasán Mujeiber. El líder opositor, Walid Jumblatt, hizo un llamamiento a la milicia shií Hizbulá para que se una "a la revolución". "Deben decidir si se nos quieren unir para lograr la auténtica independencia del Líbano", dijo Jumblatt.

Desde Londres, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, expresó su satisfacción por la renuncia del Ejecutivo, que calificó como "un movimiento para restaurar la democracia" en el país. El Gobierno sirio, por su parte, evitó polemizar y calificó de "asunto interno" la crisis política del Líbano.