Ocho días después de la debacle del gubernamental Partido Acción Nacional en las legislativas, el resurgido Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló en el Congreso que es necesario que el presidente Felipe Calderón se replantee y cambie su estrategia contra la delincuencia organizada. A esa opinión se unieron senadores y diputados del debilitado Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) y de su partido oficial. Calderón advirtió de que su guerra es a "largo plazo".