La oposición al presidente ruso, Vladimir Putin, llamó ayer a los electores rusos a boicotear las elecciones presidenciales de mañana para evitar que el líder del Kremlin consiga apoyo de una mayoría del censo electoral. El rechazo a la "dictadura de Putin" unió a movimientos políticos tan distintos como el llamado Comité 2008, que agrupa a varios liberales con el fin de presentar un candidato alternativo en las presidenciales del 2008, el Partido Nacional Bolchevique del escandaloso escritor Eduard Limonov y los comunistas.

"Me preguntan qué sentido tiene abstenerse si en cualquier caso gana Putin. La respuesta es muy evidente. Lo que busca Vladimir Putin es conseguir una mayoría del censo que garantizaría una absoluta legitimidad a su régimen autoritario. Y esto será imposible con una baja participación", dijo Yevgueni Kiseliov, periodista y uno de los líderes del Comité 2008.

ACABAR CON EL MITO "Es un mito, creado por los ideólogos del Kremlin, que Putin es un presidente que gobierna con una mayoría. Supongamos que se cumple el pronóstico más oportuno para el Kremlin y Putin obtiene el 70% de los votos con una participación del 70%. En este caso, en realidad tendría el del 49% del censo, es decir, menos de la mitad", dijo a este diario el politólogo Andrei Piontkovski.

"Hay que hacer todo lo posible para que Putin no consiga la reelección. La abstención es la única respuesta adecuada a la dictadura", señaló Limonov.

El llamamiento de la oposición llegó un día después de que Putin se dirigiera a la nación instando a los electores a votar. Lo mismo hicieron ayer los jerarcas de las dos religiones dominantes en Rusia, la ortodoxa y el islam.

CONCENTRACIONES DIARIAS Desde el pasado miércoles, la plaza Pushkinskaia de Moscú se ha convertido en una fortaleza de la oposición al Kremlin. Varias decenas de activistas se reúnen a diario bajo la pancarta "Por una Rusia sin Putin" pidiendo a los electores que boicoteen los comicios. Bajo presión del Kremlin, las autoridades de Moscú prohibieron ayer las manifestaciones previstas para ayer y hoy, al declarar que los llamamientos de los activistas "instigan a un golpe de estado".

El llamamiento a no votar el domingo ha sido apoyado también por varias ONG que se dedican a la protección de derechos humanos. "Nos une el hecho de que no queremos votar a Putin, no queremos que siga existiendo el régimen autoritario que tenemos ahora", dijo Lev Ponomariov, presidente de la Fundación pro derechos humanos.

En cualquier caso, los rusos contrarios a Putin podrán expresar su descontento con el presidente y con los demás candidatos señalando con una cruz la casilla en las papeletas electorales en la que se vota "en contra de todos los candidatos". Sin embargo, según los sondeos, el presidente obtendrá no menos del 65% de los votos. Según una encuesta realizada por el Centro de Opinión Pública ruso, el 67% de los partidarios del partido liberal Yabloko, el 66% del electorado tradicional del nacionalista Vladimir Jirinovsky y el 64% de los partidarios de la Unión de Fuerzas de Derecha han afirmado que votarán por Putin.

Una cuestión que ha causado numerosas protestas durante la campaña ha sido la cobertura en los medios. Putin ha sido el candidato que más apariciones ha hecho en los telediarios de las principales televisiones, controladas por el Kremlin.