La oposición venezolana, agrupada en la Coordinadora Democrática consideró ayer "ratificado su dominio en la calle" tras la megamarcha del viernes y anunció que la próxima y última manifestación contra el presidente, Hugo Chávez, será la "gran marcha nacional hacia el palacio de Miraflores". Sin embargo, las diferencias sobre la conveniencia de lanzar a la gente sobre Miraflores se agudizaron al valorar la marcha, que debía ser toda una "toma de Caracas" y no alcanzó las espectativas de sus organizadores.

El control de la industria petrolera sigue siendo el eje del enfrentamiento entre el Gobierno venezolano y la oposición. El sindicalista Carlos Ortega dijo que "Venezuela avanza inexorablemente al caos total" tras 20 días de paro cívico .