Venezuela vivió ayer nuevos momentos de tensión, cuando la oposición, empecinada en un paro devastador contra el presidente, Hugo Chávez, volvió a la calle jugando con fuego y fue a pinchar el corazón militar del país. "Es indispensable la participación de la Fuerza Armada Nacional para resolver el conflicto; no queremos un golpe militar, pero sí creemos que la FAN debe tomar cartas en este asunto", dijo Antonio Ledezma, de la Coordinadora Democrática. Las manifestaciones llegaron a la puerta de los cuarteles, pero las hallaron protegidas por seguidores chavistas dispuestos a la refriega.

CONFLUENCIA DE PROTESTAS

Tres nutridas manifestaciones fueron a converger en el caraqueño paseo de Los Próceres, lugar de los grandes desfiles, entrada de Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa y la comandancia del Ejército. Como en otras ciudades, marcharon a "la gran batalla", según las consignas de la dirección opositora, y a pedir la liberación del general Carlos Alfonzo, detenido el pasado lunes cuando abandonó el bastión de la plaza de Altamira y, micrófono en mano, arengó llamando a la rebeldía en la plaza de Madariaga.

La cúpula castrense ya ha declarado en dos ocasiones en el mes de paro cívico su fidelidad institucional, mientras los cuadros medios se mostraban prochavistas. Pero la oposición aún confía en que los generales fuercen la salida del presidente.