Las investigaciones sobre los atentados de Casablanca han desvelado un grado de sofisticación muy superior al que se sospechaba en un principio. "Cinco atentados suicidas en un espacio de apenas 15 minutos es todo un récord de coordinación en la historia del terrorismo", explicaron a este diario fuentes cercanas a la investigación, que aseguraron que el vínculo entre los cinco objetivos, incluida la Casa de España, era la presencia de ciudadanos judíos.

Según esas fuentes, las confesiones de los dos terroristas supervivientes han permitido conocer a la policía que cada uno de los cinco comandos "sólo estaba al corriente del atentado que él mismo iba a cometer y desconocía los que iban a perpetrar los otros grupos". Esto supone la existencia de un cerebro que coordinara la operación y cuya identidad sigue siendo una incógnita para los investigadores.

"UNA MANO EXTRANJERA"

Estas informaciones confirman que la forma de organizar estos atentados fue muy similar a la del 11-S. El ministro del Interior, Mustafá Sahel, y el de Exteriores, Mohamed Benaisa, confirmaron ayer la presencia "de una mano extranjera" en los atentados, vinculada "al terrorismo internacional", en referencia a Al Qaeda. Según Benaisa, en Marruecos ninguna organización es capaz de perpetrar un atentado de tal envergadura "a no ser que cuente con el apoyo de redes experimentadas establecidas fuera del país".

Esas fuentes cercanas a la investigación añadieron que cada terrorista llevaba adheridos a su cuerpo "ocho kilos de explosivos, que se accionaban desde una mochila que llevaban en el pecho". El análisis de los restos de las bombas reveló que, "aunque son de fabricación casera, estaban muy bien hechas".

FABRICADO POR UN EXPERTO

"Esas bombas no eran un petardo cebado de metralla, sino explosivos fabricados con una mezcla de pentritas y fertilizantes agrícolas que pueden comprarse en los mercados. El explosivo fue elaborado por alguien que ha sido bien instruido, pues consiguió una potencia de deflagración muy elevada", añadió ese agente de los servicios de seguridad. Además, el detonador de la bomba era eléctrico y ponía en marcha una mecha de entre cinco y 10 segundos.

En su opinión, el perfil de los terroristas es el siguiente: "Criados en la miseria de los suburbios, con un nivel de adoctrinamiento que les ha convertido en fanáticos". Lo más grave es que, hasta seleccionar a los 14 kamikazes finales, el cerebro de los atentados tuvo que disponer de una cantera de al menos un centenar de fanáticos.

Conforme avanzan las investigaciones, todo indica que el vínculo entre los cinco lugares elegidos como objetivos era atacar intereses judíos. En los atentados contra el Círculo de la Alianza Judía y el cementerio judío, esos motivos son evidentes. "La pizzería situada junto al consulado belga era propiedad de un judío, y en el Hotel Safir residía un grupo de judíos que esa misma tarde se fue", indicó ese agente.

Entonces, ¿por qué se atacó la Casa de España? "Una de las causas que barajamos --sostiene-- es que parece ser que a su restaurante acudían numerosos judíos de Casablanca".

Según el diario marroquí Al Ahdaz al Magrebía, la policía identificó dos mezquitas donde se reunían los terroristas, que se entrenaron en los bosques cercanos a la ciudad de Casablanca.