La OTAN acordó ayer enviar a Pakistán entre 500 y 1.000 soldados y unos cuantos helicópteros para colaborar en las tareas de rescate y evacuación de las personas afectadas por el terremoto y para ayudar a reparar las carreteras e infraestructuras dañadas por el seísmo del pasado día 8.

En la misión participarán unos 300 soldados españoles adscritos a la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN, cuyo mando terrestre recae sobre España. Sin embargo, la Alianza Atlántica descartó montar un puente aéreo masivo comparable al de Berlín en 1948-1949, como había pedido la víspera la ONU. La OTAN aseguró que el subsecretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, no repitió ayer en la sede de la OTAN la petición, sino que centró sus demandas en logística y tropas de ingeniería.

El Consejo Atlántico acordó reforzar su dispositivo de ayuda a Pakistán con el envío de tropas especializadas de ingeniería, un número reducido de helicópteros, un equipo médico móvil, tres plantas potabilizadoras de agua y un cuartel general para colaborar en la coordinación de la ayuda internacional, según explicó el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer.

La nueva decisión complementa el enlace aéreo iniciado la semana pasada por la OTAN para transportar ayuda humanitaria desde Turquía y Alemania a las zonas afectadas por el terremoto. De Hoop Scheffer destacó que los aparatos de la Alianza Atlántica ya han trasladado a la zona del desastre más de 200 toneladas de ayuda.

40 APARATOS MAS De Hoop Scheffer recordó que, además de los helicópteros que enviará ahora la OTAN a Pakistán, ya se encuentran operando en la zona afectada unos 40 aparatos de los países aliados. Mientras, sobre el terreno, las organizaciones internacionales se afanan por dar cobijo a más de tres millones de sintecho antes de que el invierno se les eche encima.

La Embajada de España en Islamabad registró el fallecimiento del empresario español desaparecido en la torre Margalla de la capital, que se desplomó a causa del seísmo. La decisión se tomó ante la "certeza" de que el empresario Enrique Lafarge murió a causa del derrumbe, aunque no se ha hallado el cadáver. Lafarge era un comerciante que estaba de paso y al que un socio le había prestado su apartamento para pasar la única noche que iba a dormir en la capital.

Mientras, la frontera de Cachemira sigue cerrada cinco días después de que el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, propusiera a la India su apertura para facilitar las labores de ayuda y reconstrucción. Ayer, el Gobierno paquistaní exigió la reacción inmediata del Ejecutivo indio.