El futuro de la misión de estabilización de la OTAN en Afganistán dividió ayer a los ministros de Defensa aliados en la primera jornada del Consejo Atlántico que ayer comenzó en Berlín. Los planes de Estados Unidos y Gran Bretaña para que la OTAN despliegue muchas más tropas y se dedique a combatir contra las unidades talibanes en el sur y el este del país, tropezó con la hostilidad de Alemania y Francia.

La Fuerza Internacional de Estabilización de Afganistán (ISAF), dirigida por la OTAN, intenta asegurar la seguridad del centro, norte y oeste del país con una escasa dotación de 10.000 soldados, incluido el refuerzo de 2.000 efectivos desplegado para las elecciones generales que se celebrarán el 18 de septiembre.

EEUU dirige otra fuerza militar mucho más robusta de más de 18.000 soldados (operación Libertad Duradera), que combate a los grupos talibanes en el sur y este de Afganistán. Desde hace meses, el Gobierno norteamericano intenta que la Alianza Atlántica acepte asumir la responsabilidad de todas las operaciones militares en Afganistán antes de finales del 2006.

MILES DE SOLDADOS El ministro británico de Defensa, John Reid, que mantuvo una reunión bilateral previa con su homólogo norteamericano, Donald Rumsfeld, señaló que la OTAN debe desplegar en Afganistán "miles de soldados más".

Sin embargo, el ministro alemán de Defensa, Peter Struck, expresó su oposición a unificar las dos misiones de Afganistán. La ministra de Defensa francesa, Mich¨le Alliot-Marie, dejó clara también la firme oposición de Francia.