Los países de la Alianza Atlántica decidieron ayer en Bruselas que las relaciones con Rusia "no pueden seguir como si nada hubiera ocurrido en Georgia" la semana pasada. Así se expresó el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, refiriéndose al "incumplimiento" de Moscú del plan aprobado por su presidente, Dmitri Medvédev. "El futuro de nuestras relaciones con Rusia dependerá de lo que Rusia haga para respetar los compromisos", añadieron en su resolución los países de la OTAN.

Mientras, sobre el terreno las cosas no fueron muy distintas de días anteriores. Hubo un elemento positivo: tropas rusas y georgianas intercambiaron prisioneros como gesto de buena voluntad.