En su primera reunión de alto nivel tras la guerra de Irak, la OTAN acordó ayer en Madrid dar carta de legitimidad a la ocupación de este país árabe. La Alianza ofreció todo el apoyo al contingente polaco que se desplegará entre Bagdad y Basora y se comprometió, en un sentido más amplio, a "regularizar" su participación en el proceso de normalización del país. El secretario general, George Robertson, no descartó el envío de tropas de estabilización a Oriente Próximo si las partes lo piden.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los 19 países integrantes de la Alianza tomaron la decisión de implicarse a fondo en Irak en un momento en que crecen las denuncias sobre la manipulación de la información sobre las supuestas armas de destrucción masiva que poseía Sadam Husein. El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, no asistió al encuentro por hallarse en Oriente Próximo con el presidente George Bush.

La OTAN no sólo dará apoyo logístico a los 2.000 soldados que Polonia va a desplegar, sino que se comprometió a "generar" una fuerza adicional de 6.000 soldados entre los países de la Alianza para reforzar ese contingente. Un portavoz de la OTAN dijo que estos efectivos irán bajo bandera de sus respectivos Estados, aunque no descartó que "en el futuro" lo hagan bajo estrella aliada.

EL PAPEL DE ESPAÑA

La jefa de la diplomacia española, Ana Palacio, manifestó que el Gobierno está estudiando su "mejor participación" en la fuerza de estabilización de Irak y reconoció que "una de las variables" es implicarse en el apoyo a Polonia. Fuentes oficiales señalaron que lo más probable es que dicha contribución se ciña a la logística y las comunicaciones.

Robertson se esforzó en mostrar que los aliados han superado las diferencias internas provocadas por la intervención en Irak y dijo que la organización está "en buena forma" para enfrentarse a sus retos, entre los que destacó la lucha contra el terrorismo.

El secretario general de la OTAN recalcó que algunos países propusieron aportar fuerzas de estabilización en Oriente Próximo si las negociaciones lo requieren. Dijo que esa opción "no tiene por qué ser descartada", si bien añadió que "aún es pronto" para una decisión de ese tipo.

Pese a los mensajes optimistas de Robertson, la fractura entre las dos orillas del Atlántico no está cerrada. EEUU rechazó ayer que la OTAN ceda la misión de paz en Bosnia a la UE en el 2004, tal como preveían los europeos, por considerar que éstos aún no están suficientemente preparados para acometer ese objetivo.

MALESTAR CON WASHINGTON

Algunos dirigentes comunitarios no ocultaron su malestar por la actitud de Washington, ya que la UE tiene mucho interés en usar la exrepública yugoslava como laboratorio para poner en marcha su política de defensa común apoyada en un ejército propio. No obstante, tanto el alto representante de política exterior de los Quince, Javier Solana, como el presidente de turno, el griego George Papandreou, intentaron quitar hierro a la oposición estadounidense para no estropear la fiesta madrileña.

Tras admitir que en los países de la UE existe un "deseo generalizado" de asumir la misión de Bosnia, Papandreou argumentó que las objeciones de EEUU son "de preparación y tiempo, no de principios". Solana dijo que cualquier decisión que se tome será en beneficio del pueblo bosnio y añadió que "no hay que decepcionarse" si finalmente se posterga el traspaso de la misión.

Como premio de consolación, la OTAN aceptó que la UE, bajo liderato francés, se haga cargo de la pacificación del Congo. Para Solana, esa operación "podría demostrar las capacidades de la Unión", aceptando implícitamente que se trata de una prueba de eficacia antes de asumir el mando en Bosnia.