La OTAN comenzó ayer a estudiar cómo responder "de forma consensuada" a la petición de ayuda técnica y de formación militar formulada por el nuevo primer ministro de Irak, Iyad Alaui. El secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, señaló que "aún es demasiado pronto" para saber cuál será esa respuesta, pero expresó su confianza en que sea favorable y se concrete el próximo lunes, durante la cumbre de la Alianza Atlántica, que tendrá lugar en Estambul (Turquía).

La guerra de Irak dio lugar a una profunda fractura interna en el seno de la OTAN de la que tan sólo ahora comienza a recuperarse políticamente. La aceptación de la petición iraquí podría ser una fórmula para ayudar a cerrar esas heridas y, al mismo tiempo, seguir manteniendo a la Alianza Atlántica al margen de la sangrienta posguerra.

LEGITIMIDAD "La OTAN nunca debería dar un portazo en la cara del primer ministro iraquí", advirtió De Hoop Scheffer. "Hay una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y hay un Gobierno interino que tiene plena legitimidad para formular esa petición", añadió, soslayando los plenos poderes que mantendrán las fuerzas de ocupación dirigidas por EEUU.

"Hay que cambiar la forma de pensar sobre Irak a partir del 30 de junio, porque a partir de entonces habrá un Gobierno interino" legitimado por la ONU, insistió. De Hoop Scheffer rechazó la insinuación de que el presidente estadounidense, George Bush, es el inspirador de la carta para involucrar a la OTAN en la catastrófica ocupación de Irak. "La carta está firmada por el primer ministro Alaui, punto", zanjó.

El secretario general descartó que la OTAN pueda involucrarse militarmente sobre el terreno. "La carta se refiere a formación y asistencia técnica. Al primer ministro iraquí no le gustaría que respondiéramos a peticiones que no formula", dijo.

Alemania y Francia se han declarado predispuestos a contribuir a la formación del nuevo Ejército iraquí, pero fuera de este país. Ambos países han descartado el envío de tropas nacionales a Irak. Italia, que mantiene 3.000 soldados desplegados allí, anunció que acepta la petición de Alaui y que está dispuesta a realizar esa formación en Irak.

PROCESOS Ningún soldado ni civil estadounidense en Irak podrá ser procesado en los tribunales de este país después del traspaso de poderes previsto para el 30 de junio. El administrador civil, Paul Bremer, ultima con el Gobierno iraquí los detalles que le permitirán prolongar unos seis o siete meses la llamada Orden 17 , creada hace un año para dotar de inmunidad a todos los extranjeros integrantes de la coalición, según reveló ayer el periódico The Washington Post . El objetivo de Bremer es extender la inmunidad hasta las elecciones, previstas en el 2005.