La OTAN intensificó ayer su ofensiva diplomática para estrechar lazos con el mundo musulmán en un esfuerzo occidental para superar la crisis política desencadenada por la publicación de las caricaturas de Mahoma. Los 26 ministros de Defensa aliados celebraron en Taormina (Sicilia) su primera reunión conjunta con sus homólogos de la cuenca sur mediterránea, que constituyó también el primer encuentro internacional entre dirigentes occidentales y musulmanes después de la ola de violencia desatada por los grupos integristas islámicos contra la libertad de expresión europea.

La OTAN transmitió a los siete países del Diálogo Mediterráneo (Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez, Egipto, Jordania e Israel) su voluntad de intensificar las relaciones y la cooperación. "La reunión en sí misma es una señal política. Debemos ser más sensibles hacia el otro. Debemos profundizar la confianza mutua", dijo el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer.

COOPERACION La OTAN pidió la cooperación activa de los países musulmanes para "desactivar" la crisis de las caricaturas. "La violencia no es jamás la respuesta", recalcó De Hoop Scheffer. En la misma línea, el ministro español de Defensa, José Bono, destacó que "la paz y la libertad están por encima" de cualquier planteamiento que conduzca al fanatismo. Bono afirmó que cuando el fanatismo se combina con el sentimiento religioso "la mezcla es explosiva".

Pese al avance de la reunión de Taormina y el diálogo con los estados del golfo Pérsico, la OTAN tiene aún "mucho por hacer" para mejorar su imagen en el mundo musulmán, según De Hoop Scheffer. La población musulmana se muestra reticente frente a la OTAN, por el papel predominante de EEUU y la estrecha alianza norteamericana con Israel.