La OTAN intentará sellar hoy en la cumbre de Estambul (Turquía) una nueva relación transatlántica que permita dejar atrás las heridas internas abiertas por la guerra de Irak. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, señaló ayer en una intervención pública que "es imposible" volver al "antiguo status quo" previo al conflicto iraquí. "En lugar de ello, necesitamos un nuevo consenso de seguridad transtlántico pos-Irak", dijo el secretario general de la OTAN De Hoop Scheffer.

La nueva relación transtlántica, prosiguió De Hoop Scheffer, deben basarse "en el reconocimiento de la Unión Europea (UE) como un auténtico protagonista en cuestiones de seguridad" y de su nueva estrategia de seguridad autónoma de EEUU.

EL PAPEL DE EUROPA "Soy consciente de que para algunos, particularmente al otro lado del Atlántico, reconocer a la UE como un legítimo actor en materia de seguridad no es fácil", indicó. "Pero cualquier consenso transatlántico sostenible sobre la seguridad debe tener en cuenta la realidad de la integración europea, y esto incluye la dimensión de seguridad", recalcó.

La nueva relación transatlántica intentará construirse a partir del compromiso arrancado con forceps para que la OTAN ayude a la formación de las fuerzas armadas iraquís, a petición del Gobierno interino de Bagdad.

Los líderes de los 26 países aliados suscribirán hoy formalmente ese acuerdo de asistencia técnica a Irak, para transmitir la imagen más aparente que real de que los graves enfrentamientos del año pasado entre países partidarios y opuestos a la guerra de Irak han quedado superados. Este es el máximo gesto de la OTAN que los países contrarios a la guerra, como Francia y Alemania, están dispuestos a aceptar para contribuir a la estabilización de Irak.

Sin embargo, el texto que tiene previsto aprobar la cumbre de Estambul será una declaración de mínimos, según fuentes diplomáticas. La cumbre sólo aprobará el principio de un apoyo de la OTAN a la formación de las fuerzas armadas iraquís. El borrador de la declaración final de la cumbre de Estambul se limita a indicar que los países aliados han decidido "ofrecer al Gobierno iraquí la asistencia de la OTAN para la formación de sus fuerzas de seguridad", pero en la práctica deja en manos de los miembros la realización de esa tarea.

Además, el texto aplaza para más adelante la definición de cómo se concretará esa asistencia técnica. La declaración encarga al Consejo Atlántico, órgano político de decisión de la OTAN, donde están representados todos los países aliados, la definición de "las modalidades de aplicación" de la decisión de la cumbre de Estambul, según el citado borrador.

VOLUNTARIAMENTE AMBIGUA La declaración es voluntariamente ambigua y no precisa si esa formación del Ejército iraquí se realizará dentro o fuera del territorio del país. Francia y Alemania ya habían advertido de que en su caso ese entrenamiento se iba a realizar fuera del territorio iraquí. Otros países, como Italia, están dispuestos a hacerla en el propio Irak. La declaración hace referencia a la petición concreta de asistencia formulada por el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, para circunscribir la ayuda de la OTAN a la formación y cerrar el paso a cualquier posible involucración militar de la Alianza Atlántica en la sangrienta posguerra iraquí.

Por otro lado, la OTAN aseguró ayer que por fin dispone de los "compromisos firmes" de los países aliados para suministrar las tropas y los equipos militares con el fin de poder ampliar la misión de pacificación que dirige en Afganistán y para reforzar la seguridad del país durante las próximas elecciones que tendrán lugar en septiembre.