El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer una contribución adicional de tropas para Afganistán de al menos 5.000 soldados, complementaria a la decidida por EEUU. Una parte de este contigente suplementario procederá de países ajenos a la Alianza Atlántica, como Corea del Sur y Georgia, según confirmaron a este diario fuentes atlánticas. La declaración se produjo pocas horas después de que el presidente de EEUU, Barack Obama, anunciara el envío de 30.000 soldados más a Afganistán para resolver el problema talibán.

"Puedo confirmar que los países aliados y nuestros asociados van a aportar una contribución suplementaria significativa, al menos 5.000 soldados, y probablemente algunos miles más", aseguró Rasmussen la víspera del inicio del Consejo de Ministros de Exteriores de la OTAN, que estará centrado en las dificultades que atraviesa la operación de pacificación de Afganistán. Los 30.000 nuevos soldados de EEUU, más los 5.000 adicionales del resto de la OTAN y asociados, representan aproximadamente la fuerza militar suplementaria que había exigido el comandante en jefe de la operación, el general estadounidense Stanley McChrystal, para frenar a los talibanes y poder traspasar progresivamente la responsabilidad de la seguridad del país a las autoridades afganas.

EL REPARTO El Reino Unido será el país aliado, después de EEUU, que efectúe una mayor contribución adicional, con unos 1.200 soldados, según fuentes diplomáticas. Polonia aportará otros 600; Eslovaquia, unos 250; la República Checa, un centenar; y Albania, 85. Corea de Sur se incorporará mañana a las fuerzas internacionales de paz en Afganistán (ISAF), bajo mando de la OTAN, con el envío de unos 500 soldados, según fuentes atlánticas. Georgia realizará una aportación similar.

España, que cuenta con un millar de soldados desplegados en el país, puede anunciar un nuevo refuerzo del contingente coincidiendo con la reunión ministerial de la OTAN en Bruselas, según fuentes atlánticas.

Alemania ha indicado que retrasará cualquier decisión hasta después de la conferencia internacional sobre Afganistán, que se celebrará a finales de enero en Londres. No obstante, la Alianza Atlántica confía en que Berlín esté dispuesta a enviar tras esa cumbre unos 2.000 soldados más. En Roma, el ministro de Defensa, Franco Frattini, anunció que "habrá contribución italiana", pero declinó cuantificarla.

EL CASO DE TURQUIA Si todos los demás miembros de la OTAN mandan más tropas, Turquía "no será la excepción", dijo su ministro de Asuntos Europeos, Egemen Bagis. Washington no solo desea que el Ejército turco --el segundo mayor de la OTAN, tras el estadounidense-- aumente su despliegue, sino también que acepte entrar en combate, ya que solo participa en tareas de reconstrucción. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, irá el lunes a la Casa Blanca.

Francia, por su parte, ha descartado ofrecer tropas adicionales y solo está dispuesta a enviar equipos de instructores para adiestrar a las fuerzas de seguridad afganas. Otros países, como Noruega, Australia y Nueva Zelanda, también saludaron el anuncio de Obama, pero descartaron reforzar su presencia.