No podemos entrevistar a Aung San Suu Kyi porque la líder birmana sufre arresto domiciliario, pero sí a Adelle Lutz, la actriz estadounidense que interpretó a la dirigente opositora en Más allá de Rangún. Lutz, hija de padre alemán y madre japonesa, se puso en la piel de Suu Kyi --Premio Nobel de la Paz-- y se ha transformado en una activista por la democracia en Birmania y por los derechos humanos, particularmente de la mujer. Comparte el portal Wowowow con actrices como Whoopi Goldberg.

Lutz está en la capital de Tailandia esperando para entrar en Birmania, pero la embajada ya le ha dicho a la otra Aung San Suu Kyi que ni lo sueñe.

En el parque Lumphini, sentada en la hierba, explica por qué Birmania es su tercera patria y Suu Kyi también su líder. "Cuando estás con ella notas que siempre está presente, aunque no hable. Creo que Aung San Suu Kyi ha sabido actualizar el discurso pacifista de Gandhi en Birmania, donde los generales, a diferencia de los ingleses, se saltan las reglas de juego. La mantienen arrestada en su casa, pero tiene tanta fuerza interior, moral y política que sigue siendo la heroína. Estoy segura de que protagonizará el cambio político".

Suu Kyi, profesora en Oxford, se vio obligada en 1988 a regresar a Rangún por la enfermedad de su madre. El país se había transformado en la feroz dictadura que es hoy y la mujer se quedó para tratar de cambiarlo. La opositora birmana fue testigo de cómo los militares masacraban a miles de personas que pedían democracia. "Es increíble --dice Lutz-- pero esa escena todavía emociona a medio mundo y siguen dándonos premios de derechos humanos. En la película, yo me enfrento con la mirada a los cientos de soldados que nos apuntan con sus fusiles y me encamino con fuerza hacia ellos, y bajan sus armas, y la formación me deja pasar".

Cena con represalias

Los generales aceptaron dos años después organizar elecciones y Suu Kyi las ganó con el 82% de los votos, un resultado que nunca fue aceptado. La Junta respondió arrestándola. "Aproveché un periodo de cierta tolerancia para visitarla en su casa. Cenamos juntas con un diplomático danés, que preparó todos los detalles. Salí convencida de que era una mujer íntegra, convencida de seguir hasta el final para luchar por los birmanos que, dijo, sufren todavía más". El encuentro tuvo consecuencias trágicas para el danés, al que la Junta torturó y encarceló. "Quise llevarle medicinas, pero no me dejaron, y murió", lamenta.

Las dos Suu Kyi están hoy comprometidas a llevar la democracia a Birmania. Tras el ciclón, la actriz fue a Asia para ayudar a las víctimas, pero el régimen no la quiere. Y ella ha respondido con punzantes artículos en Wowowow. "Esta narcodictadura sabía que la tormenta se aproximaba, porque la India avisó dos días antes, pero no hizo nada porque estaba solo pendiente del referendo", escribe Lutz en su último artículo.