Como dice el premio Nobel de Física Douglas Osheroff, "el coste de una base habitada en la Luna hará que nos parezca barata la estación espacial internacional".

Además, agrega ese catedrático de la Stanford University, "todavía faltan 30 años para que podamos llegar a Marte; y si existe algún motivo para hacerlo, yo lo ignoro". Lo que sí está claro es que reemplazar los shuttle por otra generación de lanzadores permitirá al Pentágono perpetuar su supremacía militar en el espacio y acelerará la incipiente carrera con China.

*Periodista