Un potente coche bomba hizo explosión ayer en un mercado de Bagdad, matando a 51 personas e hiriendo a otras 75. Según fuentes policiales iraquís, es el ataque más mortífero en la capital de los últimos meses. El artefacto fue colocado en una furgoneta aparcada en el barrio de Al Hurriya, de mayoría chií.

Las autoridades militares estadounidenses culpan a militantes sunís vinculados a Al Qaeda de las explosiones que golpearon de forma regular a Bagdad en el 2006 y el 2007. La capital estaba relativamente segura desde el pasado 10 de mayo, cuando una tregua puso fin a los combates entre las fuerzas de seguridad y milicianos leales al clérigo chií radical, Moktada al Sadr.